Suplas es una marca de riego agrícola desarrollada con la experiencia en ingeniería, producción e I+D de larga trayectoria de Akplas, que opera en el sector desde 1989.
REQUERIMIENTOS DEL SUELO
Aunque la planta de algodón es capaz de adaptarse a una gran variedad de tipos de suelo, para obtener un rendimiento superior de fibra y una calidad destacada del producto, se requiere que el terreno tenga una estructura profunda y características aluviales que permitan el correcto desarrollo de las raíces. Los suelos con una proporción equilibrada de arena y arcilla, alta capacidad de retención de humedad, buena permeabilidad, facilidad de laboreo y aptitud para el riego constituyen las bases más productivas para el cultivo del algodón.
Los principales factores climáticos que influyen en la producción de algodón son la temperatura, la duración de la luz solar diurna, el régimen de lluvias y el nivel de humedad relativa. Para un desarrollo sano y eficiente de la planta, se espera que la temperatura media anual sea de 19ºC, mientras que en la temporada de crecimiento los valores promedio en verano se mantengan alrededor de 25ºC. Antes de la formación de las estructuras de “botón” (pirulos), una temperatura cercana a 20ºC es adecuada; durante el período de floración, se requiere un equilibrio térmico alrededor de los 25ºC; y en la fase de maduración de las cápsulas (bellotas), el rango esperado se sitúa entre los 30–32ºC. Durante el proceso de cosecha, se desea que la temperatura descienda gradualmente hasta los 15ºC, lo que contribuye positivamente al desempeño de la fibra.
En la etapa de preparación de un campo para la siembra de algodón, las primeras actividades consisten en la limpieza del área y el laboreo profundo sin alterar la capa superficial. En los suelos donde se ha cultivado algodón durante muchos años consecutivos, puede formarse con el tiempo una capa compacta y dura conocida como “suela de arado” o “piedra base”. Esta capa debe romperse, ya que limita el desarrollo vertical de las raíces de algodón. Para ello se utiliza un implemento llamado *subsoiler*, el cual es capaz de aflojar el suelo hasta una profundidad de 90 cm sin alterar su estructura superficial. Este proceso es seguido por la preparación del lecho de siembra mediante labores de otoño e invierno. Si después del algodón se volverá a sembrar algodón, los tallos deben cortarse en otoño y el suelo debe ararse a una profundidad de 20–25 cm. En años donde el terreno presenta abundante maleza o la humedad del suelo es adecuada, repetir el arado en invierno aporta beneficios. Si la siembra se realizará tras cultivos de cereal, el suelo debe ararse inmediatamente después de la cosecha, mientras aún conserva humedad. El último arado, que se realiza en primavera, prepara el lecho de siembra y generalmente 15 cm de profundidad es suficiente.
Para lograr un alto rendimiento y un producto de calidad en la producción de algodón, el uso de semillas con una elevada pureza genética es un requisito fundamental.
Las principales características que debe reunir una buena semilla son las siguientes;
El momento de siembra del algodón se determina de acuerdo con las condiciones climáticas. Para sembrar, la temperatura del suelo debe superar los 15ºC. Aunque la fecha varía cada año, el intervalo de siembra más adecuado se sitúa entre el 25 de marzo y el 30 de abril.
La siembra se realiza en hileras con una sembradora. La distancia entre hileras debe ser de 70 cm y la separación entre semillas dentro de la misma hilera de 35–40 cm. La profundidad de siembra generalmente preferida, dependiendo de las condiciones del suelo, es de 3–4 cm. En condiciones normales, el período de emergencia de las plántulas es de 5–10 días.
Según las condiciones climáticas y las características del suelo, la necesidad total de agua de una planta de algodón oscila entre 400–600 mm. Dado que las lluvias anuales en las regiones productoras de algodón no son suficientes para cubrir esta demanda, el agua necesaria para el desarrollo debe suministrarse mediante riego. El riego y el volumen de agua a aplicar se establecen teniendo en cuenta las señales de estrés hídrico del cultivo y la humedad presente en el suelo. En condiciones climáticas normales y suelos de textura media en Çukurova, se considera adecuado proporcionar 4–5 riegos, a intervalos de 15–20 días. El método de riego más eficiente en la región es el sistema de riego superficial por aspersión.
Las enfermedades observadas con mayor frecuencia en la producción de algodón;
Las principales plagas que alcanzan mayor población en los campos de algodón;
Una humedad relativa elevada y temperaturas altas crean un microclima favorable para la rápida propagación de enfermedades y plagas. Por esta razón, la fumigación agrícola de 4–5 ciclos suele convertirse en una necesidad obligatoria en los campos de algodón en Çukurova.
BIBLIOGRAFÍA
Prof. Dr. Oktay GENCER
